En todas las industrias siempre notamos que existe una variación de precios que modifican la famosa oferta y demanda de cada artículo. Si bien la especulación se conoce como la práctica de participar en transacciones financieras con un riesgo esto para obtener ganancias de las fluctuaciones a corto o mediano plazo en el valor de mercado de un bien negociable como en este caso la industria inmobiliaria.
Ya que abordamos el término industria inmobiliaria, en este caso la especulación recae en el pronóstico y en un estudio de precios de vivienda. La actividad que generalmente se desempeña es intentar predecir el rendimiento futuro de cualquier inversión a corto plazo y obtener una ventaja jugando con las expectativas de las personas. Hay que ser consientes que la especulación alienta la demanda, los precios se van al alza o viceversa. Es importante tomar en cuenta que el factor de la oferta juega un papel fundamental en este proceso y genera cambios drásticos en los precios. Algunas personas buscan correr algún riesgo adquiriendo un inmueble a un precio accesible esperando que la plusvalía y otros factores aumenten el costo de una propiedad y con ello se aventuran a venderla para obtener ganancias económicas al venderla, que no es una práctica errónea, solo aprovechan la oportunidad que les ofrece la industria.
La realidad es que la especulación genera un aumento en la liquidez y flujo de capital del mercado; sin embargo, una de las desventajas es la inflación del costo de cualquier objeto tangible, como en estos casos los inmuebles, esto nos lleva a que los sectores más desprotegidos o en su caso con menor poder adquisitivo no tengan acceso a adquirir un bien a un costo razonable. Y no pensemos que no se ha hecho nada desde instancias gubernamentales para mitigar este fenómeno, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal ha aprobado leyes de vivienda con las que buscan erradicar la segregación, desigualdad social y por supuesto la especulación, sin embargo es una labor complicada y muchos años para poder combatirla, lo mismo pasa con la regularización de la vivienda en renta.
Lo que buscamos en Homie.mx es facilitar la vida de arrendatarios y arrendadores; sin embargo, hasta la fecha no vemos un avance consistente en las legislaciones para poder apoyar a la sociedad, desde las transacciones financieras de manera electrónica, la protección que requieren los propietarios de un inmueble y por supuesto el apoyo necesario en caso de llegar a un desalojo, facilitando y agilizando este proceso. Desde nuestra trinchera hemos logrado adaptar la nueva tecnología en pro de ambas partes logrando, además protegerlos ante cualquier eventualidad jurídica que esté a nuestro alcance sin abandonarlos durante su contrato de arrendamiento, así como las facilidades que tenemos para que los inquilinos paguen su renta y los propietarios reciban su pago puntual de la forma que mejor les acomode.
La Asamblea Legislativa del Distrito Federal busca que la vivienda sea el eje principal de desarrollo urbano, por esta razón se ha comenzado con la gentrificación de algunas zonas de la ciudad, principalmente colonias que tienen tabús o bien se tendría la percepción que se encuentran en el olvido como Santa María la Ribera, Álamos, Escandón, Tabacalera y Doctores, entre otras.Pero el negocio de la especulación inmobiliaria en CDMX ha sido uno de los más redituables desde su planeación en vertical; esto detonó inversiones importantes y desarrollos habitacionales en espacios pequeños.
Un ejemplo claro de especulación en la capital lo observamos luego del pasado 19 de septiembre, en un inicio el mercado vivió fluctuaciones importantes pero no descabelladas en las zonas con mayor afectación como la del Valle, Narvarte, Condesa y las delegaciones Tlalpan y Coyoacán, pero este suceso fue un hecho aislado que poco a poco regresó a la normalidad y al día de hoy podemos ver un mercado inmobiliario estable con variaciones dentro de un rango que podríamos considerar normal y acorde a la industria.
Lamentablemente la especulación inmobiliaria poco a poco desplaza a cierto sector de la sociedad, no los excluye pero complica la adquisición o renta de una propiedad en alginas zonas, es innegable que la oferta y demanda es mayor y al tener una planeación histórica en horizontal, los espacios, pocos o muchos, son más asediados, ahora con la nueva planeación en vertical tienen una mayor demanda por la nueva generación y esto por los hábitos que van adquiriendo, comodidades que representa vivir cerca de su lugar de trabajo o la zona que suelen frecuentar, por ello los altos precios de los inmuebles de hoy en día.
Lo bueno de este fenómeno es que genera liquidez en un mercado con mucha posibilidad de inversión en colonias que nosotros llamamos emergentes, esto a favor de todos los habitantes de dichas zonas y mejoras continuas. Lo malo es que la demanda genera precios muy altos para adquirir un bien inmueble y segrega cada vez más a cierto sector de la población, nos tenemos que remontar al origen neoclásico de todo negocio para entenderlo, la afamada ley de oferta y demanda con la que vivimos día con día.