A la hora de rentar nuestro depa, es normal querer que nuestra propiedad
esté bien cuidada y que los inquilinos no hagan desastres. Sin embargo, hay que
tener cuidado en hasta dónde llegamos para proteger nuestro inmueble, y
recordar que justo por eso existen los depósitos en garantía que paguen los
imperfectos.
Si logramos encontrar un arrendatario que pague a tiempo, lo más importante
es mantener la renta, y por ello tenemos que lograr no ser propietarios
incómodos con los residentes de nuestro inmueble. Para ello hay una serie
de cosas que tenemos que evitar.
La más importante: pon las reglas claras. Piensa muy bien qué quieres y qué
no, y desde que inicia el contrato hazlo evidente. Así como no es correcto que
ellos rompan las normas, no se vale, por ejemplo, que primero les des chance de
tener mascota y después te arrepientas. Por eso tienes que considerar todo muy
bien.
No llegues sin avisar. No hay nada peor que ir a casa de alguien sin ser
invitado y sin avisar antes. Si de por si es malo con gente a la que conoces,
imagínate en el caso de gente con la que no tienes la confianza. Por más que tú
seas el dueño del lugar, ellos son los que en ese momento habitan el depa. A
menos que te lo pidan o que sea una emergencia, trata de no estar yendo a
checarlos.
Esto va acompañado con no entrar a la casa cuando ellos no estén. Si
decides ir a revisar, tocas y no hay nadie, no entres como si tú vivieras ahí,
es una falta de respeto hacia ellos y puede llegar a problemas legales severos.
Bajo ninguna circunstancia espíes a tus inquilinos. Si eres amigo del
vecino, o te llevas con el portero, está muy bien, pero no uses eso como excusa
para enterarte de lo que hacen en tu departamento. Hay que respetar la
privacidad de los demás. Lo que hacen con su vida es su problema siempre y
cuando no destruyan tu casa.
Lo que sí debes hacer es estar disponible para ellos y en constante
comunicación. Está bien que les exijas que cuiden tu depa y, de vez en cuando,
puedes hablarles o escribirles para saber cómo va todo.
Recuerda que el derecho al respeto ajeno es la paz, y si quieres llevar la fiesta en paz con tu inquilino, trata de dar la menor molestia posible.