Por falta de tiempo o apegos, solemos acumular cosas que
restan espacio y bienestar en el hogar. Siempre es importante agendar, planear
un día para hacer limpieza profunda y poder revisar nuestros objetos y deshacernos de aquello que no
utilizamos.
El proceso puede ser un poco tardado o doloroso, pero los
resultados son satisfactorios y si hay aún cosas que puedan donarse, serán de
gran utilidad para otras personas.
Revisa el clóset
Acumular ropa que no se utiliza es una de las cosas más
comunes y que existe en la mayoría de las casas, pero hay que pensar
objetivamente y evaluar qué prendas son las que realmente no volveremos a
utilizar, por talla o gusto.
Es común guardar ropa pensando en utilizarla en algún
futuro, siendo honestos, esto no sucede o pocas veces pasa.
Busca aquella ropa que en verdad ya esté muy desgastada,
rota o que no planeas usar. Si hay alguna que aún conserve un buen estado,
puedes buscar algún lugar para donarla.
Si tienes tiempo saca todo del clóset, pero de manera
ordenada, puedes primero sacar todos los pantalones y después las camisas.
Si tienes duda de conservar y o no una prenda, ponértela y
mirarte al espejo es un excelente ejercicio, así visualmente sabrás si
realmente volverás a utilizarla.
Nuevo o seminuevo, si
no lo usas ocupa espacio
Hay objetos que compramos y que al final no estamos felices
con el resultado, que este nuevo o casi nuevo no debe ser un impedimento al
momento de deshacerte de las cosas. Esta es una excelente oportunidad para
donar algo.
Cajones, un lugar sin
fondo
Los cajones son muy útiles al momento de guardar objetos, el
problema llega cuando hay cosas que definitivamente no sabemos en qué lugar
guardar y automáticamente caen en el cajón.
Hay que darle una solución definitiva, por eso se debe
vaciar todo el contenido e ir definiendo qué objetos o papeles sí son
importantes.
Tocador y baño
Entre fragancias, cremas o productos de belleza se llenan
los espacios. También es común recibir este tipo de regalos y que, al momento
de olerlos, el aroma no sea de nuestro agrado. No los detengas, además son
productos que tienen una fecha de caducidad. Revisa que aún estén vigentes y si
no te los has puesto en algunos meses, puedes buscarles un nuevo dueño.
Juguetes y niños son
un combo peligroso
A los niños les encanta tener la mayor cantidad de juguetes,
es común que se vayan llenando los armarios y habitaciones de juguetes que ya
no usan o que ya no les interesan a los niños. Un buen ejercicio es platicar
con ellos para que evalúen si ya no los van a utilizar e invitarlos a donar a
distintos albergues para que más niños puedan tener aventuras con ellos.
¿Buscar ayuda para el
proceso?
Existen personas que se dedican a ordenar y limpiar un hogar
en estado de emergencia, si realmente no sabes por dónde empezar puede ser una
excelente opción, aunque pueden existir sugerencias en las que no estarás de
acuerdo.
El proceso de revisión para depuración es un proceso
personal, hay que revisar porqué estamos guardándolo y qué nos apega a los
objetos, es un buen ejercicio de conciencia.
Roto, descompuesto y por si acaso…
Acumulamos cosas cuando están rotas y las guardamos para
repararlas después, primero piensa si después de repararla realmente las vas a
utilizar, además, si no las vas a reparar en ese momento, puedes decirles
adiós.
Un pensamiento común es guardar algo por si acaso, aún no
tienes la certeza de utilizarlo o no, pero ocupa espacio. Si no lo utilizaste
en los últimos meses es mejor que desaparezca.
No esperes a tener tiempo suficiente o a una siguiente
mudanza para hacer conciencia de los objetos que tienes, un hogar limpio y
ordenado siempre genera armonía y bienestar.
Cuando comiences el proceso de depuración, es simple, no te
distraigas y no te olvides que el objetivo es liberar espacio y donar lo más
posible.