Una experiencia que puede tener buenos momentos o días malos es tener un roomie. Deja de ser tu compañero de cuarto o departamento y se vuelve una parte importante de tu vida.
Uno de los puntos importantes es que sean un poco afines o tengan cosas en común, las recomendaciones para tener un roomie ayudan especialmente a que se genere una sana convivencia.
Si desafortunadamente todo iba bien y de pronto tu roomie ya no es como antes o si se acaba de mudar contigo, puede ser que no te agraden algunas cosas de él.
Antes de decirle adiós a tu roomie te damos algunas señales que pueden decirte que es tiempo de cambiar para evitar que todo se vuelva un desastre.
Falta de confianza y honestidad
Al compartir un lugar, es necesario tener una plena confianza con tu roomie, debe cuidar el inmueble y no debería existir problema para dejar artículos de valor. En caso de que la confianza se vaya debilitando es una señal muy importante para decidir si cambiarlo o no.
Inestabilidad económica
Tener una estabilidad económica da seguridad personal y también a quien vive con un roomie, de lo contrario, si has visto que se retrasa en algunos pagos por problemas económicos y sobre todo que ya lleva bastante tiempo esta situación, evalúa y pregunta qué sucede, si será una situación que va a continuar a futuro, es un motivo para considerar cambiar de roomie.
No respeta las reglas
En todo lugar, existen reglas para una sana convivencia, si están en un edificio probablemente existan condiciones generales para habitar, y en tu departamento seguramente también hay reglas específicas como horarios para fiestas, visitas o días de limpieza.
Si tu roomie no respeta estas reglas o hace mal uso de los espacios comunes, evita conflictos, primero acércate y platica con él, todos los problemas pueden solucionarte si existe una buena comunicación.
Hábitos o estilo de vida no
compatibles
No deben ser completamente compatibles, pero sus hábitos no deberían intervenir con tu tranquilidad. Si fuma, bebe en exceso o hace fiestas de forma continua, tanto que ha ocasionado problemas, es un motivo suficiente para considerar buscar un roomie con hábitos más relajados.
No respeta tu privacidad
Aunque vivas con alguien, la privacidad debe ser individual, debe respetar tus objetos personales, tu habitación y la comida que tengas en el refrigerador. Pueden existir acuerdos sobre compartir incluso los platillos o frutas, pero no debe existir un abuso por parte de tu roomie.
Vivir con un roomie no tiene porqué traer problemas, tensión o desconfianza. Es una experiencia que normalmente llega al mudarte por primera vez. Evalúa la relación actual con tu roomie para saber si es momento de cambiarlo o no. Si ya decidiste que vas a cambiar de roomie, utiliza los medios seguros como las apps para encontrar roomies.