Un seguro sirve para protegerte de un riesgo. La idea es que tú les das
cierta cantidad en un tiempo determinado a una aseguradora y ellos, a cambio,
si ocurre lo establecido que se cubre en el contrato, indemnizan al asegurado.
Hay dos tipos de seguros privados, los personales y los patrimoniales. En
esta ocasión vamos a hablar de los patrimoniales contra daños materiales, en
específico: el seguro para tu casa.
Lo que el seguro para casas cubre varía dependiendo de la compañía y la póliza
que escojas, tú le pides a la aseguradora los riesgos que quieres que te cubra.
Así que, de entrada, hay que decidir contra qué riesgos queremos estar
protegidos.
Una cobertura básica protege tu casa contra incendios, y de ahí puedes ir
aumentando a otros accidentes o desastres naturales: terremotos, inundaciones. En
esas coberturas podemos asegurar sólo el inmueble o también lo que hay dentro
de él: los electrodomésticos, muebles, joyas. Si optamos por sí incluir los
objetos, entonces se puede también cubrir en caso de robo o asalto.
Es importante saber que estos seguros también tienen la opción de cubrir la
responsabilidad civil, que quiere decir que te cubren a ti, a tus familiares, y
a algunos terceros, ante accidentes no intencionales, como incendios. Algunas pólizas
hasta pueden cubrirte si tu mascota ataca a alguien dentro de la casa. Y, además, puedes incluír los Gastos
Extraordinarios, con lo que la aseguradora se compromete a pagarte la renta de
otra vivienda por el tiempo que no puedas estar en tu casa debido al fenómeno
natural o accidente.
Los costos del seguro varían dependiendo, además de los riegos que eligas,
de la zona en la que esté la casa, los objetos que tengas y quieras asegurar,
la edad de la construcción, y las características en general del inmueble.
Para cobrar el seguro, como con la mayoría, es necesario tener documentado
todo desde que contratas el seguro, y si ocurre algo, documentar también como
quedó después del incidente. También es recomendable tener copias del número de
póliza, escritos que comprueben que el inmueble y los objetos son de tú
propiedad, y otros datos, en un lugar diferente, por si se llega a perder la
información tener manera de conseguirla.
Cuando te decidas a comprar un seguro para tu casa, asegúrate de comparar
qué ofrece cada aseguradora para determinar cuál te va mejor. Se deben de
analizar los riesgos de acuerdo a la zona en la que esté el inmueble, no tiene
sentido pagar cobertura por tornados en un lugar en la que no se dan. Recuerda
revisar las excluyentes y la parte del trámite (las letras chiquitas)
necesarias para que sí te den el dinero.
Por Paulina González Martínez