Si estás pensando en salirte de casa
de tus papás y rentar un departamento, probablemente consideres la opción de
tener un room mate para repartir gastos y estar acompañado. Vivir con alguien
que no es de tu familia puede resultar una experiencia interesante y divertida,
o se puede convertir en una pesadilla si no escoges bien a la persona. Así que
antes de lanzarte a la aventura, analiza los tipos de roomies para decidir con quien
compartir casa.
- El fantasma.
Paga la renta, es cuidadoso con sus cosas, lava sus platos y en ocasiones
escuchas que su puerta se abre o cierra, pero nunca lo ves más que cuando se
cruzan por casualidad. Si lo que buscas es prácticamente vivir solo, es una
buena opción. Sin embargo, si te interesa tener con quien convivir, ir de
fiesta o ver películas, tal vez este no sea la mejor opción.
- El torbellino. Este tipo de roomie es el que
deja un desastre a su paso: deja platos sucios, botellas vacías, basura, ropa.
Si a ti no te molesta eso, y, al contrario, quieres tú también dejar tu ropa en
cualquier lugar, es una buena alternativa, pero si te gusta el orden, es mejor
que busques a alguien más.
- El fiestero. Es el que,
sea de día o de noche, entre semana o fin de semana, siempre quiere estar
tomando y bailando. Tener un compañero así puede ser muy divertido, nunca te va
a faltar fiesta… ni siquiera cuando tengas que estudiar o quieras relajarte
un rato.
- El quejumbroso. Todo le parece mal. Si no lavas
los platos, se queja. Si los lavas, te dice que lo haces mal. Juzga todo lo que
hacen o no los demás. Este tipo de roommates es mejor evitarlos.
- El seductor. Es el que siempre trae a una
pareja nueva a la casa. Si no te molesta que personas desconocidas pasen la
noche en tu depa, no tienes problema. Si, por el contrario, te pones un poco
paranoico y te molesta, mejor buscar a alguien más.
- El obsesivo. Al contrario de el torbellino,
este individuo es el que está limpiando todo el tiempo. Todo tiene que estar en
orden para no molestar su paz mental. Cualquier cosa fuera de su lugar o sucia
puede causarle un problema. Si tu personalidad es similar, pueden vivir una
vida en perfecta armonía. Si, en cambio, prefieres dejar la limpieza para
después, puede volverse un infierno.
- La reina. Este tipo de roomie es el que piensa
que tú tienes que hacer todo. Si hay que barrer, espera que lo hagas tú. Si
llega la factura del agua, te la deja en la mesa para que te hagas cargo. Esto
no quiere decir que te vaya a caer mala, solo que quien tiene que resolver las
cuestiones domésticas vas a ser tú.
- El práctico. Es quien siempre quiere arreglar
lo que se descompone y hacer todo él mismo. Si es habilidoso, puede ser muy
útil tener este roommate, pero si es torpe y deja todo peor, se puede convertir
en un problema.
- El pegoste. Es el roomie que te cae muy bien,
te llevas bien con él, pero siempre está contigo, hasta el punto en que casi no
puedes tener privacidad. Si te gusta estar solo y tener tu espacio, no es el
ideal para ti.
Piensa que tipo de persona eres y con
quien crees ser compatible. No es fácil encontrar a la persona perfecta para
vivir, pero es algo muy importante.