Si bien el proceso de ser independiente es emocionante para la gran mayoría, en ocasiones hay quienes no saben cómo abordar el tema, ya sea porque la relación con sus padres es complicada o no tan cercana.
Primero queremos decirte que no hay una receta que pueda seguirse al pie de la letra, pero si hay puntos clave que hacen de esta plática algo más ameno.
Recomendaciones
Lo primero, es abordar el tema con tranquilidad, no pasará nada, es un proceso que a todas las personas les llega, algunos a una edad más temprana o tardía. Como recomendación es importante que ambas partes entiendan que no se trata de finalizar la relación con la familia, ni mucho menos terminar con alguna discusión.
Si ya tienes todo organizado, sabes si vas a vivir solo, con roomies y la ubicación, aborda el tema despacio y comunica con certeza las razones por las que quieres mudarte, independencia, cercanía con tu escuela, trabajo, etc.
En caso de que
aún lo tengas pensado como plan a corto plazo, enfoca cuál será el objetivo de tu plática, puede ser que pidas su apoyo para buscar un lugar, la mudanza, etc. O bien, que es algo que estás planeando pero que quieres hacerlo por ti mismo.
Prepárate para las preguntas, seguramente habrá muchas por parte de tus padres, por ejemplo, con quién vivirás, cómo vas a organizar tu dinero, cuentas con electrodomésticos, etc. Y por supuesto, te llenarán de consejos útiles para tu travesía y para sobrevivir a tu primer mes.
Incluso, si aún no tienes nada seguro pero ya quieres independizarte, puedes planteárselos y organizar tu monedero para hacer simulacros previos a tu mudanza, por ejemplo, puedes hacerte responsable del pago de servicios, organizar la limpieza, etc. Es un buen ejercicio que te dejará un buen aprendizaje.
Independizarse no significa dejar todo completamente atrás, si te mudas a otro estado, probablemente no veas a tus padres tan seguido, platica con ellos para organizar cuándo podrán verse en festividades, vacaciones, etc. Si sólo te mudas en la misma ciudad, el proceso es un poco más relajado.
Evita abordar el tema en alguna situación tensa, preocupación, inconveniente o dificultad que se presente en la familia, ya que esto no propicia un ambiente relajado para poder platicar esta decisión, como recomendación, elige un momento de cercanía y convivencia, como alguna cena, celebración o fecha especial, vacaciones, etc.